¡Parece que clarea!

Hace unas semanas me pensaba que no iba a poder sacar adelante todas mis tareas. Sabía que era capaz de hacer muchas cosas, de organizar mi vida y demás, pero creo que no lo tenía asimilado de verdad. No es que no me lo creyera, es que no lo practicaba. Pese a lo que yo creía, lo que hacía no era llevar mi vida adelante sino dejarme arrastrar por todo lo que me rodeaba, intentando sortear las situaciones con más o menos soltura.

Llegó un momento en el que entendí que tenía que parar. Parar a respirar, a tomar aire y a valorar la situación sabiendo dónde me encontraba. ¿Sabéis cuando empezáis a subir una montaña y vais con la cabeza gacha, mirando las piedras del camino? Cada vez hay más pendiente, el camino es más estrecho y seguís mirándoos los pies porque así se “hace más fuerza” para subir la colina. En algún momento tenía que levantar la vista para ver dónde me encontraba de verdad y no dónde creía yo que me encontraba, ¿no?

Y vaya, creo que lo he hecho en el límite, ¡justo a tiempo! Eso sí, no sola: ha habido gente que me ha tendido una mano de ayuda. Pero no una mano para agarrarla y seguir caminando, sino una mano que se posaba en mi barbilla y la empujaba hacia arriba para poder dejar de mirar al suelo.

Hoy ha sido mi primer fin de semana parada. He visto el cielo azul, alguna nube blanca, he visto el sol y la luna, y el valle allí abajo… ¡incluso he puesto los brazos en jarra! Me he dado cuenta de que se abre un camino más ancho y menos abrupto aquí a un lado, pero hay un cartel en el que pone que el peso de la mochila no ha de ser tan elevado, así que he dejado bastantes cosas apartadas en la orilla. También he dejado el chubasquero porque ya tengo ganas de sentir las gotas de lluvia resbalando por la espalda. Además, seguro que allá donde voy no llueve tanto…

Volver es siempre gratificante. Volver a cualquier sitio. Volver de cualquier lugar.

PD: Gracias a tod@s l@s que habéis mostrado cualquier tipo de inquietud acerca de mi estado. Y gracias a mi familia por apartarme la vegetación del principio de los caminos.

  • responder Alberto ,

    Me alegro muchísimo que la cosa vaya a mejor. Yo siento no haberte podido ayudar, pero es que mi situación es bastante parecida (aunque seguramente con menos peso en la mochila y con el tiempo sólo nublado, aunque amenace lluvia).

    Por supuesto, esto de dejarse llevar por el estrés no es nada positivo, aunque hay en ocasiones que sabes que debes llevarla para entender lo que te juegas.

    Pero bueno, lo positivo es que ya hay un haz de luz en el horizonte. Mucha suerte para el último mes del año, guapetona! Muaks!

    PD: A ver si me acuerdo de llamarte un día, que estos ánimos, aunque no se puedan hacer en persona, vía móvil también vienen bien. Y ya de paso vamos organizando el viaje a Ipswich!

    • responder Willy ,

      :thumbsup:

      • responder bellafer ,

        :* :grin:

        • responder carlossr38 ,

          Felicidades por encontrar el camino. :thumbsup: :smile:

          • responder Cuando las amigas curan – Blog personal de Coco* ,

            […] En resumen, fue un finde genial… Y ellas hicieron mucho pero pareciendo que no hacían casi nada, me ayudaron una barcaridad y, además, a partir de ese día fue cuando empecé a cambiar el chip ¿os acordáis? […]

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