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Un vestido de novia precioso, 33 años después

Este post es un pequeño homenaje a mis padres, que el día 13 de abril (de 2013) cumplen 33 años de casados.

Soy de las personas que tienen la firme convicción de que cuando un producto es de buena calidad y está diseñado con esmero, soporta el paso del tiempo íntegro.

Hoy quería enseñaros uno de los vestidos que a mí, personalmente, me parece de los más bonitos, y ahora entenderéis por qué: el vestido de novia de mi madre.

Sé que seguramente habréis visto muchos y preciosos vestidos, desde sencillos a tradicionales… pero entenderéis por qué para mí este es el más bonito de todos. ¡Porque es el de tu madre! – sí, de acuerdo, es el de mi madre Pero no solo por eso, es por la delicada belleza de cada pliegue.

Hay un montón de fotos más…

Ya sé que un vestido de novia es algo especial porque no te lo pones todos los días y por eso está así de bien cuidado pero, tras 33 años, las puntadas, los dobladillos, los detalles, la calidad de la tela, todo eso, hace que vaya a perdurar en el tiempo más que una pieza comprada para una ocasión especial.

El vestido está diseñado y fue cosido por ella, esto último con ayuda de mi abuela (su madre) y mi tía (su hermana).

Es un gustazo que me quepa todavía (fingers crossed forever), 33 años después de ser creado y con una diferencia de 8 años de lo que lo usara mi madre, una jovenzuela, allá con 22 años. Y, lo más importante, es increíble pensar que es un vestido que podría elegirlo cualquier mujer del mundo porque es estiloso y por su diseño parece que no haya pasado el tiempo. ¿No os parece?

Las fotos son obra de mi adorable y talentoso hermano. Luvya!

¿Creéis que los vestidos o trajes de boda de vuestros padres se podrían llevar en la actualidad?

¡GRACIAS PAPIS! Felicidades, os quiero muchísimo.