La carrera no empezaba a una hora concreta como otras a las que había ido. No es que la Spartan Race sea una carrera habitual, la verdad, o sea que también tiene eso de diferente…
La prueba es una de las más duras de obstáculos del mundo y era la primera vez que la traían a España (en mayo fue en Madrid y luego pues tocó Barcelona). Bueno, en realidad no era Barcelona capital, porque sino no se hubiera podido hacer tal cuál: fue en un lugar llamado «Les Comes«, un recinto cerca de Súria, en plena montaña, en el que hay riachuelos, monte, barrancos, una masía… Así, sí, claro.
La carrera tiene 3 modalidades: Sprint (de 5 Km), Super (de 13 Km) y Beast (de 20 Km), en cualquier sitio donde se haga, porque es mundial. Las 3 con obstáculos similares (son los mismos, básicamete pero hay más según hay más distancia). Yo corrí la Sprint que se hacía el domingo.
Lo que decía, cada uno de los corredores salía en una tanda, para no acumularse, y yo salí a las 13:00 h.. Pero bueno, eso me dio un poco igual, porque en mi tanda nos juntamos con la gente de delante y de detrás. Por ejemplo, el primo de Alex también corría pero en la tanda de las 11:30 h., y eso fue una suerte para él porque pudo correr sin encontrarse a nadie y a su ritmo… y no le llovió. Y a mí me diluvió.
Que sí, que hay charcos, balsas, tierra y corres por la montaña… pero no sabes lo complicado que se hace estar rodeada de agua a mansalva y barro, MUCHO BARRO. Dios mío, no había visto tanto barro en mi vida y yo he regado el campo de mi abuelo a manta. >_<
Fue horrible, no, lo siguiente. >>:O
Bueno, vale, fue genial.
Alex me acompañó hasta la zona de salida donde los speakers y animadores nos hicieron hacer unos ejercicios de calentamiento. Básicamente para no morir antes de hora y no helarnos bajo la incipiente lluvia. Y una vez dada la salida, entre gritos de AROOOOOOOOO, AROOOOOOOOO y chillidos de ánimo y excitación, lo dejé atrás y lo perdí de vista.
Cada vez que no se pasaba un obstáculo, como en todas las Spartan, se tenían de realizar 30 repeticiones de un ejercicio llamado burpee. También le puedes llamar mecagoentólomalo, es igual de válido el nombre.
En el segundo obstáculo las agradables gotitas se convirtieron en mucha lluvia, se mezclaron un poco con lágrimas de desesperación y mi menté desconectó y pensó «¿Por qué has venido hasta aquí a correr y quién coño te ha mandado meterte en esto?». Y fue entonces cuando un hilillo de voz me salió para decir «¿Me puedo acoplar con vosotras? Es que voy sola…». Y las dos chicas maravillosas a las que se lo dije, sin girarse, me gritaron que por supuesto, me cogieron de la mano para bajar unas piedras y les di las gracias. A partir de entonces me pude animar a mí misma, pude animarlas a ellas y nos fuimos ayudando entre las tres. Porque creo que no hay nada más difícil de afrontar que fallarte a ti misma…
Los obstáculos son variados pero por explicarte qué tuve que pasar: cargar un saco de nosecuantos quilos y llevarlo hasta otro punto, saltar un muro más alto que yo, varias veces, pasar por debajo de otro muro, levantar una carga con una cuerda y una polea, subir por una cuerda y tocar una campana, nadar por una balsa enorme de agua y barro que me llegaba por el cuello, caminar entre barro, y más barro, y piedras, bajar por pendientes impresionantes, con barro, arrastrarme por un camino de barro y piedras y agua con alambre de espinos sobre mi cabeza, bucear por una balsa de barro y agua pasando por debajo de un tronco, hacer equilibrio sobre un tronco para pasar al otro lado, dos veces, subir por una red de cuerdas, subir una pendiente, pasar unas barras colgada, tirar una lanza… ah, y correr por la montaña. Y eso solo es la de 5 Km. Puedes ver más obstáculos en este post sobre las pruebas en una Spartan Race.
La meta fue un espectacular salto sobre fuego, medio apagado por la lluvia, pero con brasas…
Y a la llegada tuvimos una preciosa medalla. Y muchas lágrimas. Porque es absolutamente GENIAL poder acabar esa carrera, no se puede explicar.
Cuando conseguimos llegar a casa tuve barro una semana, barro en los oídos, barro hasta en el carné de identidad… y morados. Muchos.
Ante todo quiero agradecer a Alex y a sus padres por aguantar estoicamente durante horas bajo la lluvia, hundiéndose en el barro mientras esperaban, y por luchar contra los torrentes de agua que casi los arrastraron… Porque a mí, como corredora de una Spartan, pues me da igual el barro en cierta manera, pero he de decir que la zona de público y acompañantes fue un DESASTRE máximo cuando empezó a llover. En este país se hace un evento y nunca se tiene en cuenta que puede ser que llueva y cómo adelantarse al tema. Apunten para mejorar, señores.
También quiero agradecer de corazón a Sara y Meri porque sin ellas la carrera hubiera sido totalmente diferente. No sabes lo que es ir sola y tener que correr «eso» hasta que no estás allí y te preguntas «¿Pero qué co*o hago yo aquí?».
Bueno, todos los vídeos que verás por ahí serán de otras modalidades, Super y Beast, que no fue la que yo corrí, Sprint. Pero he encontrado este vídeo de unos chavales que sí que corrieron la Sprint y, por lo que veo, un poco más tarde que yo. A ellos no les llovió TANTO como a mí… pero lo disfrutaron igual:
Sé que Alex va a preocuparse porque no quiere que me dañe o me pase algo ya que es una carrera muy bruta… pero sabe que me encantará correr el año que viene una Super de 13 Km.
Pese a esto:
¿Qué es lo más bestia que has hecho tú?