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Madrid. Dia 33

Hoy es 15 de mayo: San Isidro, el Patrón de Madrid.

La ciudad lleva desde el 9 festejándolo, pero hoy es el día más importante, así que para sentirme madrileña total lo primero que he hecho ha sido ¡¡poner TeleMadrid!!

Parece de guasa pero he aprendido muchas cosas, entre ellas lo que se hace hoy. Allá va.

Por supuesto, hay que vestirse de chulapos (cosa que no voy a hacer, aunque en su favor he de decir que es uno de los trajes regionales menos aparatosos y que mejor sientan a la mujer, junto con el de cordobesa).

Además de eso, hay que ir a comer en plan picnic al Parque de San Isidro (cuanta originalidad). En el parque está la Ermita de San Isidro y se han de hacer dos cosas, bueno 3. La primera: hacer cola. La segunda, previa cola, beber agua de la fuente de San Isidro (cuenta la leyenda que un año de sequía, Isidro –sin San-, clavó su bastón en el suelo y brotó un manantial, el agua que de allí sale dicen que es curativa y milagrosa). Así es que se ha de ir a beberla o a llenar una botella o algo. La tercera cosa que se ha de hacer, también previa espera diligente, es entrar en la Ermita a rezarle a Isidro –con San-.

Otra cosa típica es comprar y comer rosquillas. Las venden por 6€ la docena y están muy ricas. Eso sí, hay que saber cuál es cuál. Hay varios tipos. Hay una blandita con azúcar por encima que es como la que hacen del pueblo de mis abuelos maternos y que tanto nos gusta en mi familia. Otro tipo es la Santa Clara (bufanúvol para mi padre), es decir, rosquilla normal con anisetes por dentro y con clara de huevo al punto de nieve por encima. Luego está la de San Isidro, que creo que es rosquilla normal con anisetes y azúcar y ya está. Luego están la Lista y la Tonta. Se diferencian porque una va empapada de licor y la otra no, una es dulcísima y la otra sólo sabe a masa, una lleva azúcar petrificado encima y la otra nada. Y luego hay una de Limón que, para mi gusto, es la mejor (la primera blandita no la cuento porque la considero de la Mancha, no de Madrid), es como Santa Clara pero con sabor a limón y está riquísima.

Una vez enterada del asunto (y sabiendo que la Pantoja canta esta noche en el recinto del parque), allá que me voy.

La parada de metro es “Marqués de Vadillo” y la gente se cuenta por miles!! Agghhhh!! Genteacumulada-fobia!!! En serio, qué mal. Hemos estado un par de horitas, lo suficiente como para comprar las rosquillas, ver la Ermita por fuera, flipar con la cantidad de gente que sigue la misa (que se hace fuera, al aire libre, para que la gente pueda seguirla) y alucinar con la cantidad de devotos de la fiesta (alcohol, vestidos, olor a comida, gritos de la gente, niños, música, etc.).

Hemos visto a Rafael Simancas y Miguel Sebastián (candidatos a la presidencia de la comunidad y a la alcaldía de Madrid, respectivamente) bailando un chotis. O_o ¡Ole qué gracia y qué salero! Al ir a hacer la foto le he pegado en la cabeza sin querer a un tipo alto que estaba en medio… Y me dice él: “¡¡Hosti, qué susto me has dado!!”, y yo: “Perdón, perdón…”, y Carlos que estaba detrás de mí: “Elisa, le has dado al guardaespaldas”… ¬_¬ ouch! En fin…

Al cabo de un rato nos hemos agobiado por el calor y la gente y nos hemos ido cada uno a su casa…

He comido tranquilamente y sin estrés (¡por primera vez!) y pretendía ponerme a estudiar, pero a eso de las 17h. me ha llamado Josep Lluís para quedar, y, claro, hacía buen tiempo y tal… Jajjaaj! No, además no lo había visto desde la primera semana o así!!

He vuelto al Parque de San Isidro, pero esta vez con Josep Lluís, Josep Mª y Robert, y continuaba habiendo un montón de gente, ¡incluso más! Hemos comido rosquillas y una Coca-Cola y hemos paseado un rato por la zona… Sobre las 20:30h. hemos parado en un bar “to caruno”, según Josep Lluis (realmente lo era), a tomar una especie de merienda-cena. Hemos estado charlando y riéndonos todo el rato porque están mal de la cabeza! Jajajaja! Sou uns cracks!

Sobre las 21:30h. nos hemos ido hacia Príncipe Pío. Yo no tenía ni idea, pero resulta que, en el río, una orquesta filarmónica tocaba canciones de Haëndel y, en la última, la Pirotecnia Caballer lanzaba unos fuegos artificiales al ritmo de la música.

Ha estado bastante bien… Pero lo más gracioso eran los comentarios de la gente. Unos: “¡Mira! ¡Ay, qué pasada! ¿Habías visto alguna vez ese tipo de fuegos artificiales?”, y nosotros nos mirábamos diciendo: “Emmm, ¡sólo ha sido una palmera azul!”, y otros: “Madre mía, cuánto dura el castillo, ¿¿eh?? ¡Es larguísimo!”, y nosotros nos volvíamos a mirar, mirábamos el reloj y decíamos: “Emmm, llevan sólo 5 minutos”. ¡Jajajajajajaj! En fin…

Cuando ha acabado, sobre las 00:30h. ya nos hemos ido para cada uno para su casa.

La Ermita de San Isidro

La Misa

Rosquillas

Simancas y Sabastián

El Vicente Calderón

Robert, Josep Mª y Josep LLuis

Haëndel y los fuegos artificiales

¡Qué trajín! ¡¡Menudo día de San Isidro!!

¡¡Sólo me ha faltado ir a los toros!! ¬_¬