En un ataque de consumismo Carlos y yo nos hemos ido al Rastro otra vez.
Ya sabéis, un montón de gente, miles de ojos puestos en el bolso, cerebro avizor (ya no sólo ojos, sino todo tú has de estar pendiente por si acaso…) y muchas cosas para ver y comprar.
Al final, me he quedado con:
– unos pendientes de aro enormes (de broma decían que les faltaba el loro) por 1 €.
– un broche MUY chulo de una chica que dibuja y hace camisetas, pero era muy caro todo lo de su puesto así que no le volveré a comprar nada.
– un anillo de plata para el dedo pulgar por 5€
– un monedero monísimo!
– un perfume para Natxo por 10€ (vete tú a saber de dónde los habrían sacado porque eran originales –en serio- y el que le he comprado a Natxo vale $80!!!)