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Madrid. Día 10

Hoy he visto en las noticias que la Yakuza ha asesinado a Itcho Ito, alcalde de Nagasaki. Por lo visto ha sido porque no les gustaba el programa electoral que llevaba. Por otra parte, también me he enterado de lo de la matanza en la Universidad de Virginia. En fin… No veo nada la televisión y cuando la veo es resulta que salen temas así, como atentados bomba en Irak y demás.

Al llegar a la oficina he leído el correo y he visto que mamá me había enviado info sobre una obra de teatro en el “María Guerrero”.

He pasado la mañana sin hacer nada otra vez. Bueno, hacer sí que hago, escribo el diario que luego me servirá para la memoria de prácticas.

He llamado a informática para preguntar sobre nuestros ordenadores y me han dicho que tal vez los tengamos a final de semana, pero no lo tengo muy claro eso.

Al rato han venido unas creativas y nos han dado una pequeña faena: retocar un cartel sobre un torneo de tenis de Coca-Cola para que fuera de pádel. Me he puesto a buscar imágenes de raquetas de pádel para poder dibujarla en FreeHand, pero al final han venido diciendo que el cliente se había echado para atrás y no iba a hacer el torneo de pádel. Así que estamos de nuevo como al principio.

Hemos ido a por los tickets y a comer a “La Segoviana” y me he cogido 2 primeros, que son más ligeros. Yo creo que hoy mejor, aunque no he acertado con uno de los platos (eran alcachofas con jamón pero eran de bote, tristemente), pero no me dolía la tripa.

La tarde se ha pasado del mismo modo que otros días y he salido media hora antes del trabajo (a las 18:30h.). He ido al C. C. Príncipe Pío a cambiar de talla una prenda y corriendo me he ido a casa.

Digo corriendo porque sino no llegaba al teatro y es que, finalmente, he ido a ver “Marat-Sade” de Peter Weiss (1), por la compañía Animalario en el Teatro María Guerrero, que es el Centro de Arte Dramático Nacional. He llegado bien, 30 minutos antes de que empezara la obra, y he comprado una de las pocas entradas que quedaban: en primera fila (por 9€, el gallinero estaba a 2€ pero la mujer me ha asegurado que no vería prácticamente nada). La obra ha estado genial. Sencillamente me lo he pasado muy, muy bien. El público, además, ha (hemos) estado participando durante toda la representación, riéndonos de todo… La recomiendo encarecidamente, a ver si la llevan a otras ciudades y la podéis ver.

Al volver a casa se me ha hecho un poco tarde para ir a dormir porque unos amigos de Héctor (el vigilante de mi residencia) estaban allí y nos hemos puesto a hablar.

¡¡Qué bueno ir a ver una buena obra de teatro!!

(1) Más adelante pondré una sinopsis de la obra que ahora no me da tiempo.