‘Kegadoru‘ (ケガドル) es la palabra japonesa que define un concepto que a primeras puede resultar extraño: «injured idol». Es decir, chicas jóvenes sanas ataviadas con vendas y otros apósitos creándose un aspecto débil y frágil.
El trasfondo simbólico que originariamente tiene es el de generar una sensación de cariño hacia ellas por parte de quien ve a estas chicas. Se basan en situaciones de daño real, en las que el aspecto endeble tras un accidente y las heridas, mueven a otra gente (sobre todo chicos) a sentir cariño, pena y una cierta atracción de protección sobre ellas. Estos chicos se acercan a preguntar, mimar y preocuparse por las chicas, que se sienten reconfortadas.
Una vez conseguido este estadio, las chicas han ido exagerando su aspecto hasta convertirlo en cómico y más tarde en erótico, de ahí que haya tantas variantes, hasta llegar a convertirlo en objeto fetichista.
Al margen de la colección que presentó el avanzadoasutiempo David Delfín en Cibeles 2002, en la que además de tapar la cabeza de las modelos, enseñó prendas de su colección en las que habían vendas, hace una semana pude ver un nuevo brote de esta estética en las pasarelas y en fotografía de moda.
Varias marcas de moda generalistas han enseñado propuestas en las que aparecían vendas como complemento estilístico:
– Manuel Bolaño, en la edición de verano de la 080 Barcelona, complementó la presentación de su última colección con vendajes en la cabeza de los modelos.
– La firma de joyería Suárez, a través de su marca Aristocrazy, ha utilizado las vendas en fotos con la blogger española de moda b a r t a b a c.
Al ver estas imágenes en realidad lo que pienso es que se ha perdido todo simbolismo originario y que, al llegar a España, el ‘kegadoru’ se reduce a una pose estética, dejando de lado el significado profundo. Supongo que, de este modo, es más accesible al gran público: al quitarle el significado, cada uno pueda darle el que quiera, ¿no es cierto?
Yo no me he podido resistir a dibujar una chica de las que hablábamos al principio… y buscando en la red encontré una ilustradora koreana, Kwon Kyungyup, que deliciosamente capta la delicadeza del ‘kegadoru’ original.
¿Creéis veremos prendas con este motivo o accesorios tipo «vendaje» en las tiendas?