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Cuando las amigas curan

Un pequeño apunte. El pasado día 20 de noviembre vinieron a Barcelona Bea y Alejandra, un poco con la excusa de verme, otro poco con la excusa de ver a otra gente pero sobre todo a descansar.

¿Sabéis esto que te apetece verlas pero no te apetece salir de casa? Pues me pasaba eso… Hasta que me convencieron con un plan light: pasear, ir de saldos y cenar pronto.

Estuvo genial, comí un bocadillo de frankfurt (recordad que estaba a dieta y me habían quitado los hidratos de carbono) y nos pasamos la tarde en H&M.

Al día siguiente vinieron pronto a casa porque habían descubierto que la planta 11 del Hotel NH Calderón era «gratuita», así que pasaron antes por los chinos a por esto:

Bikinis chinescos no tan feos como queríamos

Y para allá que nos fuimos:

¿Se puede hacer más el tonto?

Sí se puede: nos habíamos comprado mascarillas en H&M y nos metimos a la sauna tal que así

Y yo con estos pelos

Increíblemente perdimos la noción del tiempo Y, de hecho, no sabemos cuánto tiempo real pasamos allí dentro (en la planta 11 quiero decir, ¡no dentro de la sauna!). Fue graciosísmo: entre vernos a las 3 con los bikinis de colores, la pasta verde en la cara, una habitación para nosotras con sauna y cabina de chorros… Era absurdo y por eso creo que desconecté y además me relajé en el lugar aquél.

Para cenar fuimos a un local de noodles y estuvimos con Sergi (@SmasSive) con el que me encantó reencontrarme (merci per tot ).

Al día siguiente, con todo el frío del mundo mundial, Bea me hizo una sesión de fotos en la azotea del hotel que podéis ver AQUÍ. Me encantó porque hice el tonto un montón y me probé un vestido que me había comprado para validarlo… y creo que pasó la prueba, ¿no? En realidad el andamiaje ese que hay en la foto es lo que sostiene el letrero del hotel y estando allí arriba, subieron a la azotea, donde también está la piscina, unos señores enseñándoles a otros indios el lugar y las vistas. Nos quedamos un poco pero ellos muy amables nos dijeron que fuéramos con cuidado y todo eso. ¡Jujuju! ¡Parecíamos teenagers!

En resumen, fue un finde genial… Y ellas hicieron mucho pero pareciendo que no hacían casi nada, me ayudaron una barcaridad y, además, a partir de ese día fue cuando empecé a cambiar el chip ¿os acordáis?

Qué bueno es tener amigas, ¿verdad? ¡Gracias chicas!