Si hay 2 cosas que me relajan (además de aquél masaje irrepetible en un hotel de China), son cantar y dibujar.
A veces cantar es un poco molesto para las personas de alrededor, lo confieso… así que pintar se convierte en la mejor opción.
Pintar es relajante porque te hace estar concentrado en algo muy concreto y solamente en ello, evadiéndote del entorno y, por lo visto en esto se han basado para hacer la colección de libros que llegó hace poco a mis manos desde la editorial Plaza y Janés.
La colección se llama «Arte antiestrés: 100 láminas para colorear» y hay, por ahora, 4 editados por Plaza y Janés: láminas, nuevas láminas, láminas vintage y jardines.
Los libros son como aquellas láminas que teníamos de peques para colorear. Entonces teníamos un código de color, por ejemplo, el 1 era el rojo, el 2 el verde y así… en estas hay más libertad y puedes pintar los motivos como tú quieras.
Tienen las hojas gruesas, lo que te da la opción de colorearlos con rotulares, por ejemplo, sin miedo a traspasar el papel, y la edición es en rústica y muy bonita, sinceramente.
Yo estuve coloreando varios de los motivos y el tiempo se me pasó volando, la verdad, no me di ni cuenta… Algunos me transmitían más paz que otros, por el tipo de dibujo, pero creo que hay diferentes estilos pensados para diferentes personas, así que elegí los que más tranquilidad me daban a priori y esos fueron los que fui pintando.
Luego pensé que a mi abuela le vendrían muy bien y se los regalé para que probara ella también. No es que la señora tenga una empresa y esté muy agobiada, pero sí es cierto que hay cosas que le producen más nervios e inquietud y pensé que le podrían ir bien. Además a ella le encanta pintar cuadros y coser, y hacer muchas más actividades, así que imaginé que los cogería con ganas…
Ayer mi madre me dijo que mi abuela había ido a casa con sus libritos a mitad pintar y que le estaban gustando bastante. Me mandó estas fotos de sus láminas:
Creo que pueden ser una gran ayuda para relajarse y que a ella también le está viniendo muy bien sentarse un poco a colorear: elige varios colores, hace degradados, se esfuerza en pintarlos cuidadosamente y así se tranquiliza y se concentra.
¡Y creo que sus láminas son mejores que las mías!