Como una galleta Marbú Dorada

A veces se me va la ilusión, como a una galleta Marbú Dorada (no intentéis entenderlo, ni siquiera yo recuerdo por qué decíamos eso en mi familia).

Pero prometo que todos y cada uno de los días me levanto con ganas de hacer cosas nuevas, de buscar la manera de ser más productiva, de quererme más a mí misma…

Por ejemplo, llevo 2 días sin usar maquillaje, cosa que tal vez os parezca una tontería pero para mí es muy importante. Tengo mil marcas en la cara de cuando tenía acné y sólo se van con tratamientos caros porque me han de quitar caaaapas y capas de piel. Pero estoy decidida a poder enseñar mi dermis por la calle, así que me los estoy haciendo. Escuecen, pero ahí vamos.

He empezado a buscar más ilustradores por los interneses para poder aprender de ellos. Esto me ha causado alegrías y envidia a partes iguales… Y sentir la necesidad de aprender las técnicas para poder aplicarlas a los bocetos que hago. Además, siempre regalo los dibujos que mejor me salen, así que no tengo ni portfolio, ni base de conocimientos y me siento muy coja.

También estoy decidida a comprarme una muñeca, pero una muy especial que hacía años que quería. Así, aunque no pueda tener en casa ni gatos, ni peces, ni alguien que me dé conversación, al menos me hará compañía y tomaremos juntas leche con cereales. Igual así me inspiro... Total, que a veces se me va la ilusión como a una galleta Marbú Dorada, pero por lo menos ahora intento recuperarla de muchas maneras diferentes. Y todos los días lo consigo, sólo que las jornadas son muy largas.

Podría ser primavera ya, para ayudar, digo.