Últimamente mi cabeza piensa una cosa y mis manos escriben otra… He de leer veinte veces lo que escribo y borro y suprimo constantemente…
¡Hasta me he comprado una mano izquierda nueva para que haga las tereas por la mía!
¡No paro de cometer faltas de ortografía y errores disléxicos! Con la rabia que me da, de verdad…
Y no es sólo eso…
Voy arreándome golpes con cualquier cosa: mesas, sillas, armarios,… ¡farolas! Incluso el domingo ¡me caí por las escaleras! Mi cerebro andaba discutiendo consigo mismo: «¿1 escalón o 2? ¿1 o 2? ¡¿1 o 2?!»
No sé si es que llevo muchas cosas en la cabeza: me bailan kanas y kanji entre neuronas y se salen de su camino y la propia comunicación del máster me impide las sinapsis… Ni idea, pero hoy no he sido capaz de darle a un mísero botón… Bueno, darle le he dado, pero no al que tocaba.
¡Qué descontrol!