Ganbare Nippon (o Nihon, como queráis) es algo así como decir «¡Ánimo Japón!» «¡Vamos!» y de eso va mi entrada de hoy: de animar a la gente que está allí sufriendo (no iba a ser yo menos).
Bien sabéis que un terremoto, un tsunami y un volcán han azotado diversas zonas de Japón durante esta semana y, debido a sus efectos, se ha convertido en un gravísimo problema nacional. Además se ha de añadir que el seísmo y sus consecuencias han afectado a estructuras tan importantes como la central nuclear de Fukushima (por poner el ejemplo más sobrecogedor), generando un importante problema nuclear en las prefecturas afectadas.
Antes de nada quiero condenar la manera en la que los medios de comunicación están (des)informando, creando pánico y miedo en los ciudadanos y contando mentiras sobre cómo se está viviendo en (todo) Japón o engañando sobre cómo están las ciudades no afectadas. De acuerdo, lo hacen en todas las catástrofes (y no catástrofes) y no estoy diciendo que los medios japoneses no cuenten las cosas a medias (también porque les interesa no crear alarmismo), pero si os dais una vuelta por las portadas de los periódicos españoles, vosotros mismos podréis ver el desaguisado de titulares sensacionalistas que sólo buscan ventas de tabloides.
Como no quiero ser repetitiva y hablar de lo que ya se está hablando desde el desgraciado día 11 de marzo (en el que -os refresco- también se recordaba a las víctimas del grave atentado en Madrid), abajo os dejo un enlace para que podáis atar información vosotros mismos
Por suerte, surgen, entre toda esta tristeza, bonitos proyectos en los que a una le apetece participar para generar un espíritu positivo frente tamaña catástrofe.
Como la imagen de la izquierda, donde podéis ver a Phoenix con mi grulla -naranja-, la suya -amarilla- y la de Alex -roja-, que pertenece a una idea de Makiko, una japonesa madrileña que pedía 1000 grullas para «mandar» simbólicamente a Japón y dar ánimos, haciendo referencia a la conocida tradición de Sadako Sasaki.
O Gráffica (un blog de diseño que os recomiendo encarecidamente) que, siguiendo con su línea comprometida, también ha querido hacerse eco y ha propuesto a algunos diseñadores que den su punto de vista sobre lo ocurrido en su Designers for Japan.
Claro, que también hay otras maneras de participar, económicamente por ejemplo. Yo ya lo he hecho.
En resumen, esta entrada creo que era de obligada redacción por el amor que le tengo a mi «segundo país» y sencillamente quería recoger no sólo lo negativo de la situación, sino lo positivo. Ojalá todo se solucione pronto y que Japón empiece a salir adelante. Veremos cómo evoluciona el tema de la central nuclear y la limpieza y reconstrucción de las zonas afectadas. Al menos, que sepa, el 90% de mis amigas japonesas están bien.
Los japoneses nos han dado una lección de civismo y de comportamiento frente a catástrofes, ¿cómo creéis que hubiéramos reaccionado aquí?
Os dejo aquí el apartado en la web de Peruho (un español viviendo en Japón) donde explica qué sucede y cómo donar: ¡clic!
がんばれ日本!